El agua es una bebida natural indispensable para la vida, llena de beneficios y de propiedades. Descubre sus increíbles propiedades y sus usos principales.

Estamos compuestos por una gran parte del agua, que, a la vez, gastamos y que necesitamos reponer para que nuestro organismo funcione. Para la piel, la mente, el cuerpo… el agua nos ofrece muchas posibilidades y es un bien necesario para vivir.

De hecho, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó, en el año 2010, una resolución que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como un derecho humano esencial para el disfrute de todas las personas.

 

Agua para beber.

Somos pura agua, y estamos formados por un 60% de ella, siempre dependiendo de las medidas y condiciones físicas de cada persona. Necesitamos sobre 2,5 litros diarios de agua, (en verano algo más) para que el organismo actúe correctamente y no haya deshidratación. Para ello es vital beber grandes cantidades de agua al día que también la podemos obtener de alimentos ricos en ésta, como pueden ser las frutas y las verduras y hortalizas.

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El agua nos ofrece muchos beneficios, de ahí que sea siempre recomendada por médicos y nutricionistas en sustitución con otras muchas bebidas que son totalmente innecesarias. Se aconseja reducir las que tienen azúcares y gas, y evitar en la medida de lo posible el alcohol.

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Las ventajas que tiene el agua para el organismo son gracias a los minerales y vitaminas que tiene para beber, cuando es potable. Por ejemplo, se necesita beber agua por el buen funcionamiento de los riñones, además de permitir una buena hidratación general, especialmente en personas con alto riesgo en deshidratarse y en épocas de mucho calor. Beber agua mientras comemos es bueno para facilitar la absorción de los alimentos y ello tiene como consecuencias una mejor digestión de manera general. A diferencia del consumo de otras bebidas ricas en azúcares, el agua es inocua, con lo que favorece el mantenimiento de la línea y del cuerpo para no aumentar la grasa ni los kilos.

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Las ventajas del agua para la piel

Gracias a su poder antioxidante e hidratante, el agua es uno de los compuestos fundamentales en los cosméticos, cremas, jabones y otros productos relacionados con la belleza y la estética. Ofrece una profunda acción reparadora, pues la hidratación es necesaria para renovar la epidermis, acabar con las imperfecciones y realizar exfoliaciones para su mantenimiento, perfección y rejuvenecimiento.

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Cuerpo y mente

Por esta renovación y la cantidad de beneficios que ofrece, los centros termales y spa están a la orden del día para que la mente se relaje y se adquiera bienestar. Por ejemplo, el agua se utiliza en distintos masajes, como el spa que elimina los dolores musculares y ofrece toda clase de efectos sedantes.

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El poder del agua va más allá y en el spa, las zonas termales ofrecen un mundo de agua de distintas temperaturas para el cuerpo y la mente. En estas zonas los circuitos termales cuentan con áreas donde el agua es protagonista, pues las termas eran ya descubiertas por los romanos por sus beneficios placenteros. En este caso, además de quitar las impurezas de la piel, los spa y balnearios realizan tratamientos con aguas medicinales que tienen mayores propiedades que las convencionales para tratar dolencias corporales algo más complejas.

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En tales lugares encontramos desde duchas de contrastes que se pueden regular, a pediluvios donde el agua sirve para masajear los pies, piscinas de agua fría y agua caliente, jacuzzis con burbujas que benefician las cervicales y la espalda, zonas de hielo y mucho más. Los contrastes de agua son terapéuticos, como la gran parte de los tratamientos termales que se ofrecen en los spa. Sus resultados se traducen en una mente despejada y renovada, la estimulación de la circulación, acabar con los dolores de piernas y pies, y la oferta de tratamientos corporales para eliminar toxinas.

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El agua, un bien escaso

Hemos visto que el agua es un bien y un derecho para todas las personas para vivir. La ausencia de ésta puede conducir a un estado complicado que deriva en la muerte. El agua es un bien escaso, y como tal, debe preservarse. Debemos, por tanto, hacer un uso responsable del agua.

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Algunas de las prácticas que podemos hacer pasan por reducir el gasto de esta en casa, ajustar el nivel del agua en diversos aparatos como en la lavadora, cerrar el grifo cuando ya lo hemos utilizado, cuando nos lavamos los dientes, o nos lavamos el cabello, entre otras acciones.